Nubes negras, alma de roedor... Ruffus Wonderland, poeta callejero.
Nubes negras
alma de roedor...
Así comienza el poema que nunca terminaré, nunca...no porque tenga una razón de peso, simplemente lo dejo, lo doy todo por perdido.
Intenté cambiar el mundo y solamente logré destruir el mío propio. El piso de la Calle del Olvido se hizo pequeño, las señoritas cambiaban tan deprisa que cuando estaba jodiendo con Joanna me di cuenta de que su pelo ahora era negro y tenía un gran rabo entre las piernas.
Por supuesto ella no era tal, y Joanna era William, un marinero chapero que se había colado en mi habitación.
Conocía los suelos de la ciudad como la palma de la mano que nunca quiso escribir un buen poema, ni tan siquiera un buen relato...
Periodista frustrado
calma en la mar
siempre te pudo la bondad
de jugar al "rinconnatto"
la vida es lo que tuvo
el pez
y una hegemonía en las bragas
de Rachel...
Arrastrándome conseguí descubrir el sentido de la vida: cero, nada, inexistente...nunca fui bueno con los sinónimos.
Estoy tan cansado de todo esto...iré a saldar las cuentas con el viejo Jimmy y dejaré esto...
Temporalmente...